Ayer por la tarde en el centro cultural Okendo de Donosti tuve la oportunidad de asistir a la proyección del documental «El mundo en bicicleta» de Andoni Rodelgo, Alice Goffart y sus dos hijos pequeños Maia y Unai.
El documental de 1 hora de duración nos muestra la vida de esta familia durante los últimos 4 años de los 7 que han estado recorriendo el mundo en bicicleta. Una auténtica aventura llena de experiencias maravillosas que también cuentan en su libro y sobre la que podéis indagar en su página web. En su blog también cuentan algunas de sus etapas del viaje, de lectura muy interesante.
El film está muy bien rodado y editado, resultando muy divertido y ameno. Es emocionante ver cómo van creciendo sus hijos Maia y Unai. Podemos revivir el embarazo de Alice mientras pedalea subiendo puertos de montaña en bicicleta con las alforjas repletas mientras Andoni pedalea llevando a Maia (de 5 años) en un carrito enganchado a su bicicleta también cargada hasta los topes.
Una titánica demostración de fuerza y resistencia tanto física como mental. Muy pocos de nosotros seríamos capaces de desconectarnos durante tanto tiempo del trabajo y nuestras comodidades para ciclar por el mundo durmiendo en tiendas de campaña, recorriendo carreteras y caminos recónditos sin saber con certeza dónde pasaremos la noche siguiente. Y someterse diariamente a las vicisitudes del clima de los lugares remotos que visitaron durante este periplo. Pero la conclusión es que la gente de todo el mundo les acogió con hospitalidad y que es posible vivir una aventura como ésta, incluso con niños.
Después del visionado del documental ha tenido lugar una breve ronda de preguntas a las que ha respondido Andoni con mucha simpatía. Personalmente me ha resultado revelador cuando ha recalcado que en Noruega, país europeo y moderno con una elevada renta per cápita, no encontraron apenas hospitalidad mientras que en Irán, país pobre situado supuestamente en el «eje del mal», fueron acogidos y agasajados prácticamente a diario por los lugareños. Esto de verdad ha removido mi conciencia y me ha dado mucho que pensar.